Diógenes, filósofo cínico, fue insultado por un hombre que era calvo.
- ¡Los dioses me libren de responderte con insultos! ¡Al contrario, alabo los cabellos que han abandonado ese cráneo pelado!
Moraleja: Si regalamos un insulto, no esperemos de regreso un regalo menor.
- ¡Los dioses me libren de responderte con insultos! ¡Al contrario, alabo los cabellos que han abandonado ese cráneo pelado!
Moraleja: Si regalamos un insulto, no esperemos de regreso un regalo menor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario