Iba la lechera desde el monte en el que vivía al mercado, con su cántaro de leche en la cabeza.
Por el camino pensaba en lo compraría con el dinero de la leche:
“En cuanto llegue al mercado, seguro que me querrán comprar la leche” se decía la joven. “Con el dinero que me den compraré una cesta de huevos, de donde nacerán polluelos, éstos crecerán y los llevaré al mercado. Con el dinero compraré un cerdo y lo llevaré al campo para que se alimente de bellotas. Cuando esté gordo lo cambiaré por una vaca, que me dará mucha leche y la llevaré al mercado ¡Seré muy rica!”
La lechera no vio una rama en el suelo y tropezó. El cántaro voló por los aires y cayó al suelo, la leche se perdió por tierra, igual que los sueños de la lechera.
Moraleja: No sueñes con lo que no tienes, pues has de conservar lo que sí tienes para poder conseguirlo.
Por el camino pensaba en lo compraría con el dinero de la leche:
“En cuanto llegue al mercado, seguro que me querrán comprar la leche” se decía la joven. “Con el dinero que me den compraré una cesta de huevos, de donde nacerán polluelos, éstos crecerán y los llevaré al mercado. Con el dinero compraré un cerdo y lo llevaré al campo para que se alimente de bellotas. Cuando esté gordo lo cambiaré por una vaca, que me dará mucha leche y la llevaré al mercado ¡Seré muy rica!”
La lechera no vio una rama en el suelo y tropezó. El cántaro voló por los aires y cayó al suelo, la leche se perdió por tierra, igual que los sueños de la lechera.
Moraleja: No sueñes con lo que no tienes, pues has de conservar lo que sí tienes para poder conseguirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario